Pasajuego describe cómo el juego de pelota mixteca ha acompañado a los pueblos oaxaqueños en su diáspora. Esta historia es producto de cinco años de investigación etnográfica y filmación del juego endiversas regiones de Oaxaca, la Ciudad de México y los estados de California y Texas en Estados Unidos.La historia sucede en ambos lados de la frontera como la vida misma de los oaxaqueños y es un relato compuesto por las voces de los peloteros que han llevado consigo el juego y su cultura fuera de sus comunidades.Este documental explora las relaciones de reciprocidad de una comunidad extensa, dispersa, multiétnica, oaxaqueña y transnacional, en un circuito de pasajuegos, estructurados como un nuevo territorio que traspasa fronteras. Se trata de una compilación de experiencias y relatos que se entrecruzan formando la línea argumental, en la que la cultura, el deporte y el trabajo, botan junto con la pelota mixteca y muestran cómo la migración se ha incorporado en la identidad de los oaxaqueños.Los pasajuegos son embajadas oaxaqueñas, lugares de encuentro entre paisanos en donde se hacen presentes, la fiesta, la música, la devoción a los santos y vírgenes, los sistemas de cooperación y son espacios en donde los oaxaqueños reconfiguran sus comunidades en nuevos contextos. “En donde bote una pelota es Oaxaca”.Sin importar los destinos de migración, estar dentro del pasajuego es estar en Oaxaca. Los pasajuegos son campos sembrados de memoria y tradiciones, son lugares en donde rebotan los sueños.
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In the southern state of Oaxaca, México, Pasajuego is the name of the court where the ancient indigenous game of Pelota Mixteca is played. Pasajuego is a visual ethnography about the migration of Oaxacan workers to urban centers of Mexico and the U.S. In this story the game of Pelota Mixteca, acts as a window to look through the lives of the Oaxacan people at their migration destinations. The practice of Pelota Mixteca in different contexts reflects the lives of those who play the game, and shows how culture travels with them when they migrate. It tells the story of the players, shows the solidarity between paisanos, the cooperation systems among different regions of Oaxaca, Mexico and the U.S., and takes the audience through the diaspora of these migrants. This documentary film aims to capture the community contexts in which the game is carried out, and the ability of Oaxacan people to recreate their communities of origin on the other side of the border. In this journey the locations are condensed into one to describe Pasajuego as an embassy with diverse cultural expressions, geographically dispersed but unified by practice, cooperation and exchange between Oaxacan communities. Today at least two million Oaxacans live in the United States. This is the story of their ballgame, now taking root throughout the U.S.
Pasajuego es un intento de alejarme de la forma predominante de hacer etnografía, a través de los textos escritos y la reflexión solitaria. El seguimiento de cuatro años del juego de pelota mixteca generó un archivo de más de quinientas horas de material que contiene jugadas, entrevistas y viajes, en los que la cámara dejó de ser un instrumento ajeno de investigación y se convirtió en un testigo y protagonista en los campos de juego. Lo que comenzó como un registro etnográfico en video, que recopilaba datos e información, con el tiempo se convirtió en una búsqueda por capturar momentos, intenciones, gestos, atmósferas y la necesidad de retratar el juego de pelota como una expresión lúdica de fuerza, una danza. El reto ha sido, no sólo extraer del material recopilado la mayor cantidad de información para desarrollar la historia, sino alcanzar el balance entre los contenidos con significado y aquellos que quedan abiertos a la interpretación del espectador, imágenes y sonidos que cada persona puede interpretar de acuerdo a sus experiencias. Esos momentos se tejen en la trama en busca de ofrecer una mirada compartida del mundo. Pasajuego es un documental narrado en primera persona, las voces de los peloteros recorren la historia del juego y describen las expresiones culturales que lo conforman, reproducen y lo hacen una institución que genera comunidad. En este recorrido por distintas regiones de Oaxaca, México y Estados Unidos las locaciones se condensan en una para describir el Pasajuego como un espacio comunitario disperso geográficamente con múltiples y diversas expresiones culturales pero unificado por la práctica, cooperación e intercambio entre comunidades oaxaqueñas. En México la tendencia de los pasajuegos ha sido desaparecer, sin embargo en los nuevos contextos migratorios los patios de pelota siguen funcionando como embajadas oaxaqueñas. Jugar pelota mixteca los hace sentirse en su tierra, estar en el pasajuego es estar en Oaxaca. Muchos de los testimonios contenidos en esta historia nos muestran la capacidad que tienen los pueblos oaxaqueños de hacer comunidad en nuevos contextos, estas historias de vida, pueden ayudarnos a entender la historia migratoria de los oaxaqueños y la compleja realidad cultural de México. Pasajuego es una invitación a conocer no sólo un juego único y con una larga trayectoria, también nos permite visibilizar las estrategias de un pueblo trabajador, rico en tradiciones, que migra con su cultura y que a pesar de las desventajas y peligros de un país extranjero ha sabido generar comunidad. Este juego ha sobrevivido sin los apoyos del gobierno e instituciones deportivas y culturales, es parte de la vida y convivencia de los pueblos y gracias a estos fuertes vínculos tradicionales continúa vigente. Las historias que surgieron de los pasajuegos, se convirtieron, más que en una investigación, en una forma de conocer y vivir Oaxaca. En estos espacios me encontré con personas entrañables, que me dejaron entrar en sus vidas y siempre me hicieron sentir en casa. Agradezco infinitamente a la comunidad de peloteros por su amistad y los momentos compartidos a lo largo del proyecto. De ellos y para ellos es esta historia.
Este juego ha sobrevivido sin los apoyos del gobierno e instituciones deportivas y culturales, es parte de la vida y convivencia de los pueblos y gracias a estos fuertes vínculos tradicionales continúa vigente.
Las historias que surgieron de los pasajuegos, se convirtieron, más que en una investigación, en una forma de conocer y vivir Oaxaca. En estos espacios me encontré con personas entrañables, que me dejaron entrar en sus vidas y siempre me hicieron sentir en casa.
Agradezco infinitamente a la comunidad de peloteros por su amistad y los momentos compartidos a lo largo del proyecto. De ellos y para ellos es esta historia.
http://www.jornada.unam.mx/2015/10/10/ojaportada.html
Este 30 de Agosto a las 17:10 en el zócalo de la Ciudad de México presentamos la cápsula “La Pelota Mixteca […]